¿Qué es envejecimiento activo?
Es el término adoptado por la OMS a fines de los 90, para transmitir un mensaje más amplio que el de envejecimiento saludable. Se refiere al proceso por el cual se optimizan las oportunidades de bienestar físico, social y mental durante toda la vida, con el objetivo de ampliar la esperanza de vida saludable, la productividad y la calidad de vida en la vejez. “Activo” se refiere a lo social, económico, espiritual, cultural y cívico, no simplemente a la capacidad de mantenerse físicamente activo.
Envejecimiento activo se puede definir como un estado de salud o ausencia de enfermedad; habilidad funcional o ausencia de discapacidad, y de óptimo funcionamiento cognitivo y físico, con un alto compromiso con la vida. Para lograr este objetivo, se debe brindar especial atención a la detección y tratamiento de los adultos mayores pertenecientes al grupo en riesgo de dependencia, los llamados adultos mayores vulnerables o en fragilidad física.
¿Cuáles son las medidas de tratamiento de la fragilidad en adultos mayores?
Existen numerosas causas de fragilidad física. La evidencia científica avala cuatro posibles tratamientos eficaces:
- Ejercicio (resistencia y aeróbico): incrementa el rendimiento funcional, velocidad de marcha, balance, reduce depresión y riesgo de caídas. Es necesario realizar entre 45 y 60 minutos de ejercicios tres veces
a la semana.
- Suplemento calórico y proteico: la baja de peso es uno de los componentes mayores de la fragilidad; los suplementos alimenticios son efectivos para recuperar el peso, incrementar la masa y mejorar la fuerza muscular. Por lo
tanto, son sinérgicos con los ejercicios de resistencia.
- Vitamina D: en adultos mayores con déficit de esta vitamina, su suplementación, reduce caídas, fracturas de cadera y mortalidad, además, mejora la función muscular.
- Reducción de la polifarmacia: es reconocida como uno de los principales contribuyentes a la fragilidad en adultos mayores; la reducción de fármacos inapropiados reduce los efectos secundarios. Debe acudir a su
médico para que evalúe sus medicamentos.
- Otras causas potenciales de fragilidad tienen tratamiento específico, como la depresión, déficit visual o auditivo, problemas cognitivos, entre otros.
¿Podemos detectar y evaluar la fragilidad física?
Este estado previo a la dependencia puede pasar inadvertido o considerarse como manifestación del envejecimiento normal.
Conteste las siguientes preguntas para evaluar si hay presencia de fragilidad física:
¿Se encuentra fatigado?
¿Se cansa al subir una escalera?
¿Se fatiga cuando camina más de una cuadra?
¿Tiene más de cinco enfermedades?
¿Ha perdido más del 5% de su peso habitual en los últimos seis meses?
Interpretación:
Más de tres respuestas positivas: estado de fragilidad.
Una o dos respuestas positivas: prefrágil.
La detección de fragilidad solo es posible mediante una evaluación multidimensional realizada por un equipo de profesionales médicos que incluye elementos clínicos y pruebas complementarias, con una revisión seriada
en el tiempo.
Desde la asistencia geriátrica, los esfuerzos están dirigidos a conservar la funcionalidad el máximo posible, evitando, postergando o minimizando la dependencia.