Para algunos, despedirse de las vacaciones y reiniciar la rutina del colegio puede resultar más difícil que para otros, sin embargo, lograr una buena transición es posible si se toman en cuenta ciertas recomendaciones.
El inicio de clases implica una serie de aspectos que requieren un proceso de adaptación, como retomar el ritmo de levantarse temprano e ir adecuando los tiempos de esparcimiento con las nuevas rutinas escolares.
Para vivir este proceso de la mejor forma posible, aquí algunas recomendaciones orientadas a ayudar tanto a los padres como a los niños a comenzar con entusiasmo un nuevo año académico.
• Al menos una semana antes de iniciar las clases, empezar a acostarse y levantarse un poco antes, para ir retomando los horarios de la rutina escolar.
• Los padres pueden pedirle a sus hijos que los acompañen a comprar los útiles y, si es posible, dejar que elijan algunos para estimularlos en su proceso de aprendizaje.
• Incentivar a los niños a que forren y marquen sus útiles. Planteárselo como una actividad motivadora. Esto ayuda a que se comprometan más con el proceso.
• Contactar unos días antes a amigos del colegio o tratar de juntarse, puede ayudar a los niños a retomar lazos y así llegar más confiados y contentos al primer día de clases.
• Conversar con los hijos tanto de sus expectativas positivas para el nuevo año escolar como de sus miedos y aprensiones. Es importante dejar que se expresen, entenderlos y apoyarlos.
• Cuando los niños están en proceso de aprendizaje de lectoescritura, es recomendable que al menos una semana antes, comiencen a leer todos los días un poco e, idealmente, también a escribir. Pueden hacer listas de supermercado, recetas u otros temas que los entusiasmen (no copias).
• En el caso de los adolescentes, empezar a leer una semana antes de las clases siempre es una buena manera de activar la mente. La idea es que busquen libros o publicaciones que sean motivadoras.