Dolor
Después del parto o cesárea sentirá molestias propias del proceso, asociadas a la herida operatoria o episiorrafia; las que serán evaluadas y manejadas por el equipo de enfermería, de acuerdo a las indicaciones médicas o acciones de apoyo terapéutico. Es por ello que se le consultará, frecuentemente, sobre la percepción que usted tiene del dolor, esto en escala de 0 a 10, lo cual permitirá objetivar la necesidad de manejo.
Calosfríos
Son frecuentes en esta etapa y pueden deberse a una respuesta por el desgaste muscular, dado el esfuerzo físico que implica el trabajo de parto. Esta manifestación cesará a las pocas horas del nacimiento. Durante la “bajada de la leche” (día 3-4 del postparto), también puede experimentar sensación de calosfríos o su temperatura puede ascender ligeramente. Estos síntomas los debe manifestar al equipo de enfermería para su evaluación.
Retención urinaria
Se puede presentar durante los primeros días después del parto, producto de la presión ejercida por la cabeza fetal en el descenso por el canal del parto. Consiste en la falta de eliminación espontánea de parte de la orina.
Loquios
Es la secreción sanguinolenta eliminada a través de los genitales después del parto. No tienen mal olor y se producen en cantidad variable. Inicialmente, presentan características similares a una menstruación, pero al cabo de unos días disminuye en cuantía y varía de color rosado a blanquecinos. Los loquios se mantienen hasta alrededor de los 20 días postparto.
Entuertos
Son dolores pélvicos producto de las contracciones uterinas que se generan al momento de la lactancia. Estas contracciones fisiológicas favorecen la retracción del útero y evitan las hemorragias.